Por Juan Pablo de Leo | Opinión
Un presidente entrante es más poderoso e influyente al comienzo de su mandato porque todo el enfoque está sobre él; aunque también, por otra parte, significa que se encuentra en su punto más vulnerable, ya que está en el proceso de aprendizaje de procedimientos y de las reglas que rigen el papel de la Presidencia de la República. Justo por que se aprende mucho sobre sus habilidades y su carácter mientras lo vemos ajustarse a su nuevo poder.
En cuestión de formas, durante los primeros 100 días de gobierno, se aprenden objetivos de política genuinos, la manera en que el presidente va a interactuar con los legisladores, los líderes extranjeros, el público, los medios y los críticos. Aprendemos el estilo de comunicación del gobierno. El nivel de compromiso que puede esperar la parte contraria también se vuelve evidente durante esos primeros 100 días. Esta es realmente una prueba confiable de la fortaleza, el carácter y las habilidades de liderazgo del presidente.
En ese sentido la política norteamericana tiene una tradición sobre los trabajos que los primeros 100 días establecen como tono para la administración. Franklin D Roosevelt fue quien arrancó la tradición para contrarrestar los efectos de la Gran Depresión. La “Cuarta Transformación” que propone el virtual presidente electo de México es similar en cuanto a la ambición del cambio político que promete una candidatura como la suya.
Según los objetivos que el gobierno de López Obrador tiene, la meta sobre la primera revisión entendiendo que son seis años y no cuatro como en Estados Unidos, son 180 días, seis meses. Tiempo fundamental para mantener una aprobación que llega con una expectativa enorme sobre las promesas de cambio que requieren construir, y no destruir como en otros casos y gobiernos. Futuros integrantes del gabinete presidencial en cuestiones económicas y políticas han centrado el objetivo de esos 180 días en dos temas fundamentales: el dólar y la seguridad.
En la medida que el peso refleja la tranquilidad y confianza de los mercados en la barrera por debajo de los 20 dólares, la situación y amplitud de gobernabilidad con la que contará López Obrador será fundamental. Por otra parte, en la medida que se puedan reducir las cifras de violencia en un 20 por ciento durante los primeros seis meses, serán señales suficientes, ellos creen, para tener un buen arranque de gobierno con la plataforma de cambios que pretenden implementar en distintos modelos.
Un dólar estable, controlado y una pacificación de la percepción en la ciudadanía son las claves que según integrantes del equipo de López Obrador les permitirán avanzar su agenda con presencia de poder en gobiernos estatales y congreso y senado. Porque la corrupción no se puede erradicar en 180 días, es importante la estrategia de inicio para generar confianza y no sembrar duda o desesperanza en un electorado que en más de 50 por ciento votó por el candidato de Morena.
@juanpadeleo
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