
Por Alejandro Valencia Barrera / Opinión
Zacatecas, Zac.- En toda la extensión de la palabra amor, caben unas cuantas dudas, otras tantas muy agudas, cien respuestas de cien gentes, cien preguntas en la mente, dos monólogos o más. Y los gritos de las masas, en toda la extensión de la palabra amor…
Así como escribiera y cantara el genial Jaime López, recientemente en Zacatecas se han desatado en redes, sólo en redes sociales, una horda doliente y herida. Fueron en su momento expertos en Política Pública, en procesos electorales, luego en Seguridad Nacional.
Desde la comodidad y hasta peregrina cobardía de algún céntrico cafetín, esos mismos ahora son ambientalistas, expertos en impacto ambiental, y desarrollo urbano. Por no decir que ahí mismo abrevan politólogos, líderes de opinión, y jerarcas mediáticos que jamás han pisado una Redacción.
Pero vamos, todo es válido, todas las voces deben ser escuchadas, y si en verdad algo aportan para el bien común de la plebada, atendidas. Lo que no, no, y no se vale; que los dueños de las quejas, lo hagan por no haber sido atendidos por los meros macizos de la política, los dineros, y la obra pública estatal.
Al menos tres de los que se oponen a la construcción del Viaducto Elevado, hace poco se pusieron su disfraz de piel de oso y se tiraron afuera de Cd. Gobierno, incluso, rompiendo su marranito, se aventuraron a la CDMX a pedir una oportunidad de solucionar el según ellos, problema de la manga obra.
Nosotros sabemos cómo hacer y qué decir para que la gente vea con buenos ojos el Viaducto Elevado, y sepa de todos los beneficios. Así de tampo…digo, hampones resultan ser los líderes de la fatalidad. Dentro de su farsa, piensan tomar el Bulevar a la altura de Plaza Bicentenario, mentar madres y “defender” una Ciudad donde siempre han vivido y jamás han hecho maldita la cosa por ella.
Mención a parte merece miguel varela, remedo de alcalde de la cacapital zacatecana, que ha mostrado más que colmillo retorcido, el cobre y mañas adquiridas en su natal Tlaltenango. Esperó en las sombras tapadito con sus edredones, hasta que las pieles de oso que se tiraban afuerita de Cd. Gobierno reunieran sus hambres y estados de cuenta.
Por lo pronto tome providencias y medidas para evitar el área de Plaza Bicentenario, debido a los dolientes que ciertamente lo que buscan, que les pongan una macaniza y así poder exigirle a Gobierno, harto parné para poner algunos regalos al pie de sus navideños árboles. Pero no habrá de piña, ya todos saben sus artimañas y, como siempre, será la plebada que sí funciona la que pague las consecuencias.
Mi respeto a aquellos que se han manifestado en contra del Viaducto Elevado, pero que al mismo tiempo plantean alguna razón. No a esos oportunistas voy a todas, que no han hecho otra cosa que nadar de muertito y cambian de color, pensando llenar su vida, y en realidad sólo consiguen vaciarla.
El Viaducto Elevado, a decir de José Luís de la Peña, el mero bueno de la obra pública en Zacatecas, cuenta con todos los asuntos en regla, y pasará por arriba de las piscinas de concreto que se aventaron hace años, un alcalde azul y una gobernanta amarilla. Innecesarias trampas de muerte que hoy presumen como kmáximo logro político, social, y astral.
Seguiremos informando…