
- Creador de “El Prometeo” y artista universal, deja un legado indeleble en la historia del arte en Zacatecas y México
Zacatecas, Zac.-.– El mundo del arte en Zacatecas está de luto. Este día se confirmó el fallecimiento del destacado artista plástico Ismael Guardado, originario de Ojocaliente, Zacatecas, cuya obra trascendió fronteras y generaciones, dejando una huella profunda en el imaginario cultural del estado y del país.
Guardado, de espíritu libre y mirada visionaria, es recordado especialmente por una de sus piezas más emblemáticas: “El Prometeo”, mural escultórico que habita y custodia la fachada del edificio de la Unidad Academica de Derecho de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ). Esa imponente figura metálica que parece emerger del muro, con las alas abiertas y la mirada al horizonte, es ya un símbolo eterno de rebeldía, conocimiento y sacrificio por el bien colectivo.
Artista de formación rigurosa pero de vuelo creativo sin ataduras, Ismael Guardado fue parte de la gran generación de creadores zacatecanos que en el siglo XX reivindicaron el arte como una forma de transformación social. Escultor, pintor, grabador y amante de la técnica, exploró múltiples lenguajes y materiales, sin perder jamás su raíz minera, rural y profundamente mexicana.
Desde su natal Ojocaliente hasta escenarios internacionales, Guardado llevó consigo el polvo, la luz y el espíritu de Zacatecas. Su obra dialoga con el fuego de las fundiciones, con los muros que gritan historia, y con los cuerpos humanos que simbolizan la lucha, el conocimiento y la libertad.
A lo largo de su carrera, expuso en importantes galerías y museos del país y del extranjero, obteniendo reconocimiento por su estilo propio: una fusión de arte moderno con elementos ancestrales, industriales y míticos. Su trabajo fue, como él mismo decía, “una conversación constante entre el acero y el alma”.
Hoy, la comunidad artística, universitaria y cultural despide a uno de sus grandes referentes. La Universidad Autónoma de Zacatecas ha expresado su pesar por esta irreparable pérdida, reconociéndolo como “el forjador del símbolo que representa el espíritu universitario”.
El legado de Ismael Guardado no solo está en sus esculturas y murales: está en la inspiración que deja a las nuevas generaciones de creadores, en la pasión con que defendió el arte como trinchera de libertad, y en la memoria colectiva de un Zacatecas que no olvida a quienes lo engrandecen con su talento.
Descanse en paz Ismael Guardado, Prometeo del arte zacatecano.