▪ Tuvo los comentarios de Gabriela Correa
Zacatecas, Zac.-
“Tengo un pato en el bolsillo es un libro para niños y adolescentes que no intenta moralizar ni educar; su objetivo es establecer un conflicto, una reflexión a partir de sus personajes: niños, adolescentes y adultos”, dijo Bernardo Govea, su autor, en la presentación de este ejemplar, en el último día de actividades de la Feria Nacional del Libro Zacatecas 2018.Esta novela, a la que se añaden ilustraciones, es para niños de 10 años en adelante, a quienes les gustaría que el mundo de las caricaturas fuera real. ¿Qué pasaría si las caricaturas fueran reales?, no habría consecuencias lamentables, se volvería algo simpático y chusco.
Govea explicó que el personaje principal es un señor de 40 y tantos que renuncia a su trabajo para crear un artefacto para darle vida al Pato Lucas, pues está convencido de que se puede interactuar con los dibujos animados.
La justificación de su creación tiene que ver con un miembro pequeño de su familia. Ésta es una novela polifónica, hay varias voces que cuentan las cosas; Anselmo lo explica desde su perspectiva y la historia se dispara a través de la renuncia de él, Mateo, por su parte, un jovencito de secundaria manifiesta pena de que sus padres se conviertan en niños, él, a su vez, quiere ser un adulto.
El libro, que incluye las ilustraciones de Gerardo Suzán, es una novela de corte fantástico anclada a la realidad. Las caricaturas –agregó su autor- no están ahí para enganchar a los adolescentes en la lectura, son caricaturas que Anselmo veía de pequeño.
Los personajes no son un modelo de familia, a cada uno no le importa lo que le afecta a los demás miembros de la familia, hay distanciamientos, propios de cualquier persona de la edad de quienes protagonizan la trama.
Los comentarios estuvieron a cargo de Gabriela Correa, quien tiene constante acercamiento con grupos de niños y adolescentes a partir de su trabajo en salas de lectura; hay libros que tratan de adoctrinar –asintió- en éste hay mucha reflexión y que los lectores pueden vincular a la experiencia propia.
Las acciones y situaciones que viven los personajes crean un ambiente de identificación con los pequeños lectores, esa es una forma en la que sí se pueden enganchar, es un excelente texto para acercarles a la literatura, acotó Gabriela.