Por Danielle Dithurbide
Esta semana tuve la oportunidad de platicar con una corresponsal de televisión mexicana basada en París, estando de vacaciones aquí le sorprendió la importancia que los medios de comunicación le damos a su país, no podía creer haberse enterado a miles de kilómetros de distancia, que Nicolás Sarkozy se postuló a la presidencia de nuevo. “¿Por qué un programa de radio en México lo consideraría relevante?”, me preguntó. Todo iba bien, me sentí, incluso orgullosa de nuestros noticiarios, los pensé globales, sin fronteras. Pero el orgullo, con su siguiente comentario, se convirtió en dolor: “Allá, nunca dicen nada de México, bueno, cosas como el secuestro en La Leche de Puerto Vallarta, sí.” Pum. Nos mató.
El Cuarto Informe de Gobierno del presidente Peña Nieto, estará dividido en cinco ejes fundamentales, el último de ellos se referirá a alcanzar un México con Responsabilidad Global, o sea entre otras cosas como políticas de migración y participación activa en retos globales, se busca fortalecer la presencia e imagen de México en el mundo.
La idea de convertir al país en un actor global, ronda en Peña Nieto incluso antes de vivir en Los Pinos. Fortalecer relaciones con el norte y sur, de bastante bajo perfil hasta ahora; hacerlas más profundas con Europa y consolidar la alianza Asia- Pacífico, son puntos expresados, incluso escritos por él antes del 2012. Lo que no estaba ni en la peor de sus pesadillas, era lo que pasaría después; que “el Chapo” se escapara, que la palabra Tlatlaya se hiciera famosa, que 43 estudiantes desaparecieran, entre bastantes otras, que nos tienen reprobados, a nivel internacional, en materia de derechos humanos y vaya que hoy en día los derechos humanos cuentan.
Y entonces nada importa, nada de lo bueno, que sí lo hay, cuenta para los demás. Nada de política interna o exterior: Los medios más importantes del mundo no hablan del liderazgo de nuestro país en el combate al cambio climático o de los importantes programas de becas para que jóvenes mexicanos estudien en el extranjero, ni de nada, nada positivo. Hablan de cosas como La Leche.
A pesar de cerca de 40 viajes alrededor del mundo, caros o baratos, con acompañantes o sin ellos. A pesar de una idea fuerte de política exterior. Nada importa.
Pero más allá de las instituciones y organismos internacionales que nos reprueban, es increíble que un mexicano no sienta ni tantito miedo al viajar a un país como Francia, en el que todo es blanco posible para un terrorista, y que un francés, de esos que dejan dinero, mucho dinero al venir, piense muchas más de 2 veces, en visitarnos, ahora ni Puerto Vallarta, dicho sea de paso uno de los sitios preferidos, se salva. Ni qué decir de lo demás.
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