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Los Hijos de la Viuda | Por Manuel Chacón | Opinión
“La causa de la causa es causa de lo causado”. — Santo Tomás de Aquino
La frase “La causa de la causa es la causa de lo causado” refleja la idea de que la causa original de un evento o fenómeno es responsable de todos los efectos posteriores relacionados con ese evento. En términos más simples, esta expresión señala que la raíz de un problema o situación determina los resultados que de ella se derivan.
Por ello, el Tribunal de Justicia Administrativa del Estado de Zacatecas concedió a las empresas Calzada Construcciones S.A. de C.V. y Construcciones y Dragados del Sureste S.A. de C.V. la suspensión provisional del acto reclamado, con el propósito de que se levante la suspensión de obra y se retiren los sellos colocados por las autoridades municipales. Como consecuencia, se permitirá a las personas morales demandantes continuar los trabajos relacionados con el proyecto “Integral Viaducto Elevado Bulevar Adolfo López Mateos y Calzada Héroes de Chapultepec” en la ciudad de Zacatecas, Zacatecas.
El juzgador otorgó al Municipio de Zacatecas un plazo de 24 horas hábiles para cumplir con el retiro de los sellos de suspensión de la obra.
La resolución del expediente TJA/764/2024-II fue notificada este 26 de diciembre a las partes involucradas, con el objetivo de evitar perjuicios al interés social y de no contravenir disposiciones de orden público. De acuerdo con el recurso interpuesto, es importante destacar que:
Este tipo de obras benefician, por su naturaleza, a la sociedad, ya que:
- Al ser públicas, generan un beneficio colectivo.
- Mejoran el tránsito vehicular, disminuyendo la carga en determinadas vías, evitando accidentes y reduciendo los tiempos de traslado.
- Representan un servicio público esencial que presta el Estado, atendiendo prioridades en materia de tránsito terrestre.
- Promueven el crecimiento y desarrollo ordenado de las poblaciones.
- Brindan beneficios no exclusivos para los habitantes de una región específica, sino para cualquier persona que transite por estas vialidades.
Por tanto, la construcción de obras públicas no debe ser suspendida, salvo en casos excepcionales en los que existan elementos claros e incuestionables que representen un peligro evidente para la sociedad. En este caso, dichos elementos no están acreditados, y suspender las obras afectaría el orden público y el interés social, perjudicando a la población al privarla de los beneficios descritos y ocasionándole un daño que de otra manera no resentiría.
Lo interesante en los próximos meses será observar cómo y en qué termina este conflicto. Lo cierto es que, termine como termine, va a doler: le va a doler al gobierno municipal de la capital, le va a doler al alcalde panista Miguel Varela, y le va a doler a todos aquellos que estén en contra del progreso. Porque tendrán que “doblarse” (o culiempinarse, para ser exactos) y aceptar el desarrollo de Zacatecas, o resistirse y pagar las consecuencias de su falta de oficio político y voluntad para beneficiar a los zacatecanos.
¡A Mí los Hijos de la Viuda!
