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Por Isaías León | El Trochilero | Opinión
Cada cierto tiempo, las casas encuestadores publican el ranking de popularidad de las gobernadoras y gobernadores de México.
Por supuesto, cualquier alza o baja en la popularidad de las y los gobernantes, es denostada o festejada de acuerdo a las filias y fobias de quien lee la medición.
Así, las encuestas se han convertido en acto de fe… Pero no en palabra de Dios.
De hecho, son un buen negocio.
Lo mismo sucede con la encuesta levantada por la ex secretaria de Educación en el gobierno del priista Alejandro Tello.
Una encuesta que, al igual que los ranking de popularidad de las y los gobernadores, es leída con filias y fobias.
Y obvio, quienes han declarado públicamente su fobia a la construcción del Viaducto Elevado la festejan como si, en serio, fuera Palabra de Dios.
Y por supuesto, no ponen en duda el resultado de la encuesta; igual que en 2024 creyeron con firmeza en la medición que Massive Caller hizo de la campaña opositora.
Y al igual como lo hicieron en 2024, con la medición hecha por la ex funcionaria priista, han salido a evangelizar a los suyos.
Es el nuevo evangelio que mantiene en alto la fe de quienes creen que el Viaducto Elevado no se va a construir.
Basta recordar lo impopular que fue la construcción del desnivel en la Avenida Pedro Coronel y las manifestaciones de los comerciantes de dicha vialidad.
Pero la decisión estaba tomada… y se realizó.
¿Se olvidaron de lo impopular que resultó la remodelación de Plaza de Armas?
Decenas de personas se encadenaron alrededor de la plaza para evitar la remodelación.
Pero la decisión estaba tomada… y se realizó.
¿Se olvidaron de lo impopular que resultó la modernización de la Avenida Adolfo López Mateos, la construcción de Plaza Bicentenario y el acceso deprimido al bulevar?
Pero la decisión estaba tomada… y se realizó.
¿La toma de decisión es impopular? Por supuesto.
Y eso lo saben la mayoría de los que hoy se oponen a la construcción del Viaducto Elevado, porque en su momento fueron parte de esa toma de decisión… y aplaudieron las obras.
Y si la realidad tiene otra versión, ¡que se joda la realidad!
La bendición
El Ecocida de Cicacalco descubrió que la caja de resonancia en Zacatecas tiene dueño, y no es él. Por ello, inició un tour de force en la Ciudad de México. Busca que las empresas mediáticas de la capital mexicana funcionen como esa caja de resonancia que no tienen en la capital que ¿gobierna?. Sin embargo, su gira mediática también es prueba de su derrota legal. Al no tener elementos legales para detener la construcción del Viaducto Elevado, litiga en los medios lo que no puede ante los impartidores de justicia. ¿Aún busca la foto con el gobernador de Zacatecas? Es probable.
Auto de fe
Parece que hay una competencia para bajar el nivel del debate
