
Por El Druida
“Desde la bruma del poder, El Druida revela lo que otros callan“.
En medio de la tensión y la simulación disfrazada de “autonomía municipal”, el alcalde de Fresnillo, Javier Torres Rodríguez, ha decidido confrontar al Gobierno de Zacatecas para exigir el control de la Policía de Seguridad Vial, actualmente bajo facultad estatal. Lo hace, claro, con el disfraz del “bienestar ciudadano”, pero en el fondo es una embestida política mal calculada, motivada por ego local y un intento de protagonismo en tiempos de consolidación institucional.
El gobierno de David Monreal Ávila, con la Constitución en la mano y el sentido común en el escritorio, ha respondido con la firmeza que exige el Estado de Derecho: la vialidad no se improvisa, se gobierna; y se gobierna con seriedad, no con ocurrencias electorales.
🧩 ¿Autonomía municipal o caos disfrazado?
Torres ha querido vender la municipalización de la Seguridad Vial como una solución inmediata y eficiente, sin siquiera plantear cómo se garantizarán el profesionalismo, la homologación de criterios, el respeto a los reglamentos estatales y la coordinación con instancias como la Guardia Nacional.
Lo que en realidad busca el edil es una caja chica con uniforme y silbato, una policía vial bajo su control directo para generar recursos, favores y narrativas a modo. Porque, claro, qué mejor que tener el poder de infraccionar, retirar vehículos y administrar rutas sin vigilancia externa. Pero eso, estimados lectores, no es gobernar: es montarse en la legalidad para derrapar en la impunidad.
🚨 Monreal responde con Estado, no con caprichos
Mientras Fresnillo levanta la voz para dividir, el gobernador David Monreal construye, inaugura, invierte y coordina. La reciente reinauguración de la Alberca Olímpica y el Pabellón de Gimnasia en el Incufidez no es solo una obra deportiva: es una declaración política de hacia dónde camina Zacatecas. Infraestructura funcional, visión comunitaria y regeneración del tejido social. Mientras unos buscan el pleito, Monreal entrega resultados.
Porque sí, es fácil convocar a una conferencia de prensa para anunciar una “nueva policía”, pero es más difícil construir instituciones con legalidad y permanencia. El Estado no puede permitir que cada municipio administre la vialidad como si fuera un negocio familiar o un experimento de ensayo y error.
⚖️ El equilibrio que exige la República
El artículo 115 constitucional no es una varita mágica que convierte alcaldes en mini gobernadores. La seguridad vial —por su impacto en la movilidad, el comercio, el turismo y la seguridad pública— exige criterios estandarizados y autoridad unificada.
Ceder el control vial a cada municipio sería abrir la puerta a una fragmentación peligrosa, donde cada quien haría su ley, su reglamento y sus sanciones. No es autonomía: es anarquía institucionalizada.
🗣️ El Druida sentencia:
“A veces, los que exigen autonomía, lo hacen para no rendir cuentas. Y los que simulan defender al pueblo, solo buscan gobernar sin ley.”
“Fresnillo quiere semáforos propios, pero olvida que las reglas del tránsito no se dictan con aplausos, sino con responsabilidad de Estado.”
Mientras el Gobierno del Estado mantiene el timón con firmeza, Fresnillo patalea con argumentos débiles y cálculos políticos. Pero no se equivoquen: Zacatecas no está en venta, ni la ley es moneda de cambio. Monreal lo entiende. Y por eso, aunque a algunos les incomode, el gobierno gobierna.
— El Druida
Porque en la niebla del poder, también hay quienes ven con claridad.