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Por El Druida | Opinión
En lugar de atender los graves problemas que enfrenta la capital de Zacatecas, el alcalde Miguel Varela prefiere escudarse en la descalificación y la confrontación. Su reciente mensaje, emitido en un video, lleno de ataques y sin sustancia, demuestra una preocupante falta de autocrítica y una visión limitada de su papel como servidor público.
La frase “no se buscan” insinúa que hay enemigos ocultos, cuando en realidad lo que no se encuentra es una gestión eficiente. Mientras la inseguridad, la falta de servicios y el deterioro urbano siguen golpeando a la ciudadanía, el alcalde prefiere señalar a quienes lo critican en vez de responder con hechos y soluciones.
Si hay algo que realmente perjudica al pueblo, es la incapacidad de sus gobernantes para resolver los problemas. Criticar no es ser enemigo de la ciudadanía, es ejercer un derecho. Lo que realmente traiciona al pueblo es una administración que evade su responsabilidad y usa la retórica del conflicto para encubrir sus fallas.
Señalar “politiquería barata y ruin” mientras se cae en el mismo juego de la confrontación es, por decir lo menos, una contradicción. Lo que la ciudadanía espera de un alcalde no es que se victimice ni que divida a la población entre “buenos” y “malos”, sino que trabaje, escuche y rinda cuentas.
Zacatecas no necesita discursos vacíos ni peleas mediáticas, necesita resultados. Si el alcalde Miguel Varela quiere callar críticas, que lo haga con hechos, no con descalificaciones. Porque lo que la sociedad sí busca es seguridad, servicios de calidad y un gobierno a la altura de los retos que enfrenta la capital.
