-Solo garantizando la autosuficiencia alimentaria este país podrá salir adelante ante la recesión económica.
Zacatecas, Zac.– Tras analizar la propuesta de Paquete Económico 2021, enviado por el ejecutivo federal al Congreso de la Unión para su análisis y discusión, el diputado federal por el Partido del Trabajo Alfredo Femat Bañuelos lamentó que se contemplen recortes para el sector agrario.
“Aunque hay una ligera alza en los ingresos, no se llega al nivel que se tenía antes del 2019. De entrada, el presupuesto de egresos de la Federación 2021 para la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), asignado para el año próximo es de 49 mil 291 mdp, casi igual que al aprobado por los diputados en 2020, que fue de 49 mil 209 mdp”.
Detalló que dentro de los recortes para este sector se estima una reducción de 5 mil mdp para el Programa Especial Concurrente (PEC).
En este sentido, recordó que dentro de la crisis económica de 2007-2008 el papel del sector agroalimentario sufrió diversas modificaciones entre las que destacan la inusitada alza de precios en los productos del campo debido a la pérdida del control que había ejercido Estados Unidos en el mercado desde mediados de la década de los años setenta. “Lo que generó que los alimentos y materias primas se convirtieran en objetos de especulación. Así como también, un desabasto de los alimentos en los países altamente dependientes a las importaciones”.
Todos estos factores, agregó Femat Bañuelos, forman parte del fenómeno de la crisis alimentaria, tras el cual se modificaron algunos de los papeles de las naciones en el ámbito económico mundial, pues las emergentes economías de Asia y la India robaron protagonismo. Sin embargo, los países subdesarrollados no salvaron tan hábilmente los desafíos que este nuevo orden económico representa debido a sus deficientes políticas gubernamentales.
En el caso de México, resaltó el zacatecano, las políticas agroalimentarias se encargaron de perpetuar los rancios modelos arrastrados por más de treinta años, con los que de una u otra forma dejaron al campo prácticamente desprotegido. “En un estado deplorable en el que la brecha de desigualdad entre los pequeños y medianos productores, y los grandes empresarios es cada vez mayor. Las medidas tomadas por el gobierno ante las fluctuaciones de la economía mundial se quedan en mero discurso político”.
Dijo que la salida a esto para los países dependientes como México sería apostar al robustecimiento de la producción interna de granos básicos mediante políticas de apoyo real y equitativo a los productores así como impulsar programas de protección de los cultivos así como seguros contra las inclemencias del clima, para así desligarse cada vez más de la dependencia a las importaciones y las fluctuaciones de precios del mercado internacional, mecanismos mediante los que se ha sometido a los países subdesarrollados.
Para finalizar, explicó que aunque en México se sabe que la adopción de maquinaria moderna y de innovación biotecnológicas aumenta la productividad, “el grueso de los productores tanto agrícolas como pecuarios poco invierten en este tipo de insumos, esto derivado del alto costo que esto implica y que gran parte de los productores producen más para el autoconsumo”.