Acueducto Político / Por el CELTA
Luego de una jornada electoral bastante complicada, especialmente por las acciones políticas que involucraron la guerra sucia y que mostraron el lado más negro de la política, los zacatecanos entramos en una fase de tranquilidad en la que ahora sólo se perfilan tres posibles escenario políticos que tienen en la incertidumbre a muchos actores, especialmente aquellos que saben que su negocio en el servicio público está a punto de llegar a su fin.
Luego de la victoria de Alejandro Tello Cristerna, que lo coloca como el Gobernador Electo, tres factores son los que tendrá que atender de manera fundamental en las semanas por venir; la primera es atender las múltiples solicitudes de empleo que seguramente ya comenzaron a llegar al nuevo titular del poder ejecutivo, a la par de establecer los equipos que lo habrán de representar en la comisión de entrega-recepción.
La segunda es la integración de su equipo de trabajo que lo habrá de acompañar en la primera de su mandato luego de asumir el gobierno en la sesión de la Legislatura del 12 de septiembre, amén de hacer a un lado a todos aquellos que dicen que gracias a ellos obtuvo el triunfo en la elección del cinco de junio, especialmente Pedro de León Mojarro, quien ve de cerca como se aleja del poder.
Y finalmente el tercer escenario es el que tiene que ver con la gestión de inversiones y recursos a los que se comprometió como candidato y que ahora, sin excusa tendrá que concretar para beneficio de todos los zacatecanos.
Además, hay que agregar que para que ello se pueda concretar, tendrá que potenciar la gobernabilidad en la cámara de diputados, donde la bancada del PRI, deberá nombrar a un coordinador que garantice que los proyectos del gobernador se van a volver Ley tal y como se comprometió, ya que no podrá ser rehén de los disputados que ahora dejan de ser funcionarios y que también ven como pierden terreno en la conformación de los equipo de trabajo.
En este terreno, el ACUEDUCTO POLITICO puede confirmar que el cuñado incómodo Pedro de León Mojarro, por más intentos que haga a través de sus jilgueros, no habrá de ser considerado en el primer círculo del gobierno estatal. No será ni secretario de Educación, ni de Desarrollo Social y mucho menos de Gobierno; tampoco su hija podrá aspirar, al menos con la aval del gobernador, a ser diputada federal en la elección del 2018 y mucho menos lo anote usted como candidato al SENADO.
Por más intentos que haga, por más inversión que derive a los medios de comunicación que son sus aliados, pocos resultados podrá ver en el horizonte político. La perspectiva de Alejandro Tello Cristerna, es sentar las bases para crear una nueva clase política en Zacatecas y refrescar los perfiles de quienes se convertirán en la nueva generación de servidores públicos. Eso quedó claro en su expresión de este martes.
Hablando de refrescar la clase política, el coordinador de la bancada del PRI en la Cámara de Diputados saldrá de entre los ex alcaldes de Pinos, Gustavo Uribe y de Valparaíso, Jorge Torres Mercado, lo que pone fin al dominio de una camada de políticos que parece que no se conforman con alcanzar los espacios de decisión, sino que quieren seguir medrando del presupuesto para alcanzar sus objetivos y de quien los patrocina.
En este sentido hay que descartar a José María González Nava, Le Roy Barragán Ocampo y al propio Carlos Peña Badillo, quien a pesar de su victoria en las urnas, su fracaso político es más latente que nunca.
Y ahora que mencionamos a Peña Badillo, el joven y novato diputado local electo, quien no logra digerir que perdió la capital a manos de su más férrea adversaria política, Soledad Luévano, tendrá que enfrentar ahora sus dos más recientes errores políticos, y que lo marcarán para el resto de vida púbica, uno es acudir a la ciudad de México a pedir el apoyo de Ivonne Ortega para ser el coordinador de su bancada, y el segundo la compra de una residencia valuada en once millones de pesos, que con su sólo paso como secretario privado de gobernador y como alcalde de la capital, es imposible acumular un patrimonio de esa dimensión sólo en una compra.
En el primer caso, el joven originario de Río Grande, perdió la brújula política, y sin pensar que el nuevo jefe de las instituciones en la entidad, y por lo tanto el nuevo jefe político en el PRI se llama Alejandro Tello, acudió a pedir audiencia con la ex gobernadora de Yucatán, Ivonne ortega para que le diera la instrucción al Gobernador Electo para que lo designe coordinador de la Bancada.
Sin embargo, sin imaginar la consecuencia, la propia Ivonne ortega remitió al aprendiz político a ponerse a las ordenes de su nuevo jefe político, por lo que el tiro le salió por la culata y ahora tendrá que presentarse ante Tello Cristerna El segundo error de Peña Badillo es que decidió adquirir una residencia que era propiedad del Diputado Federal, Benjamín Medrano Quezada, valuada en once millones de pesos, y que no aparece en su declaración patrimonial ni en la fiscal y mucho menos en la conflicto de intereses. Entonces o el sistema falla porque omite información, o el que miente es el diputado local electo, quien tendrá bastante trabajo para justificar sus cuentas públicas y no tendrá tiempo para coordinar a nadie en el congreso local.
Así, durante la reaparición del gobernador electo, las turbulentas aguas de la política tratan de evitar que avance con transparencia el nuevo titular del ejecutivo, quien sin embargo, no se achica ante las presiones y está convencido que solo con carácter, decisión y convicción, se podrá avanzar en la consecución de sus objetivos.